Disciplina y autodisciplina

“¿Qué hijo hay a quien su padre no discipline?” Hebreos 12:7b

La disciplina es absolutamente necesaria en la formación de nuestros hijos, pero ésta requiere de nosotros mucho más que el simple deseo para impartirla de forma correcta. Debemos ser consistentes para llevarla a cabo, ya que demanda invertir tiempo, hablar de la manera correcta y dar ejemplo; ahí está la clave.

Nuestra indisciplina como padres puede echar por la borda cualquier intento de disciplina en nuestros hijos:

1. Lo que exijamos a nuestros hijos, debemos cumplirlo primero nosotros.
2. Es necesario invertir tiempo para hablar y tener conversaciones profundas. No se trata sólo de gritar y dar órdenes.
3. No debemos confundirlos diciendo que algo es malo hoy, y mañana es bueno.
4. Corregir con el tono adecuado. Nuestra manera de corregir es ejemplo en sí misma. Si perdemos el control, no podemos exigir nada.
5. Disciplinar es una forma de amar, no un medio para destruir.

Debemos tener autodisciplina y así podremos aplicar la disciplina.

MILTON REALES | PASTOR SIN MUROS
@miltonreales