“Ninguna palabra torpe salga de vuestra boca, sino la que sea buena para edificación, para que dé gracia á los oyentes.”
Un rey soñó que había perdido todos sus dientes. Así que mandó llamar a alguien que pudiera interpretar ese sueño -“¡Qué desgracia!”, dijo un sabio. “Cada diente representa la muerte de un pariente de Vuestra Majestad.”
Así que el Rey se enfureció, y mandó a matar a este primer sabio como castigo por su insolencia.
El rey llamó a otro sabio y le contó el sueño, el sabio después de escucharlo le dijo: -¨Mi Rey, eres altamente bendecido. El sueño significa que tu sobrevivirás entre todos tus familiares”
El rostro del Rey se iluminó y ordenó que le dieran cien monedas de oro al sabio. Cuando el sabio salía del Palacio, uno de los cortesanos le dijo: -“¡como es posible! La interpretación que dijiste del sueño es la misma que el primer sabio. No entiendo porque a él se le pagó con un castigo y a ti con cien monedas de oro.” El segundo sabio respondió: – “Amigo mío, todo depende de la forma en que se dice ¿De qué manera estás hablando?
JEIMI PÉREZ | PASTORA SIN MUROS
@jeifajardoperez