“Además de todo eso, levanten el escudo de la fe para detener las flechas encendidas del diablo” Efesios 6:16 NTV
En la antigüedad el soldado atesoraba su escudo por encima de toda la armadura. Era más vergonzoso perder el escudo que perder la batalla; por lo tanto no lo dejaba ni aun estando bajo los pies de los enemigos. Por eso cuando partía a la guerra una madre le decía: “Trae tu escudo de vuelta contigo o que te traigan sobre el”.
El apóstol Pablo compara la fe con un escudo por el doble parecido que tiene con la armadura. El primero es que el escudo no es para defender una sola parte del cuerpo. El segundo es que no solo protege el cuerpo entero, sino también el resto de la armadura. Entonces la fe, es una armadura sobre la armadura.
Cómo podemos ver la fe es indispensable en nuestra armadura y les daré cuatro razones de su importancia. La primera es que Dios busca la fe. La segunda es que la fe tiene una importancia suprema. La tercera es que somos justificados por la fe. La cuarta es que la fe influye en las demás virtudes. Por eso ponte cada día el escudo de la fe.
JOSUE FAJARDO | PASTOR SIN MUROS
@josuefajardosm