“Le dijeron sus discípulos: Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse” Mateo 19:10 RVA 1960
Muchas estadísticas dicen que el divorcio ha alcanzado casi los mismos porcentajes de matrimonios. Eso quiere decir que hay muchas personas sin cónyuge y a cargo de hijos nacidos en una relación fallida.
Las estadísticas también dicen que intentarán unirse de nuevo en una segunda relación. Formarán una familia ensamblada. Esta se define como: “Dos adultos se unen para formar una nueva familia en la cual, al menos uno de ellos, trae un hijo fruto de una relación anterior.”
El ideal de Dios para la pareja es permanecer juntos hasta que la muerte los separe; pero la misma Biblia da concesiones para el divorcio en los casos de adulterio y oposición de parte de uno a que el otro siga a Cristo.
Reconstituir una familia no es una tarea fácil, requiere amor, dar prioridad a los hijos traídos a la relación. Si la relación tiene como objetivo la conveniencia egoísta de los padres, los hijos van a sufrir al acoplarse.
Conozco parejas con una familia mixta en bendición y armonía. Viven padrastro y mamá o papá y madrastra, hijastros, hermanastros e hijos juntos y en armonía. Eso se logra por Cristo ser el centro de esa unión.
CESAR FAJARDO | PASTOR SIN MUROS
@cesarfajardosm