“Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios” Efesios 6:17 RVR1960
El yelmo de la salvación es aquel que protege la cabeza, la mente, y es precisamente allí donde el enemigo centra la mayoría de sus ataques, allí se libra una batalla constante y es en nuestros pensamientos donde debemos tener mayor precaución para no dejarnos contaminar.
Si la cabeza está herida no podemos usar el resto del cuerpo o de la armadura, por esa razón el enemigo busca dañar nuestra cabeza, y herir , atacando nuestros pensamientos.
Nuestra salvación es nuestra esperanza, y cuando tenemos esa esperanza, vemos todo como Dios lo ve; la esperanza guarda nuestra mente, pues el creer en Dios nos da paz y seguridad.
Es la esperanza de la salvación la que no cede ante la depresión, mientras tenga esperanza mi mente estará protegida de los sutiles ataques de desánimo.
Quien no conoce a Dios anda sin esperanza, cuando Cristo entra a nuestra vida es Él quien nos da esperanza.
JEIMI PÉREZ | PASTORA SIN MUROS
@jeifajardoperez