“Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Mateo 22:39 b RVR1960
Un joven ilusionado llevó un ramo de flores a la joven que quería conquistar y ella lo menosprecio delante de sus amigos. Eso llenó al joven de ira y se dijo a sí mismo: “Nunca más volveré a tener ese tipo de expresiones de afecto”.
El Señor nos dice que amemos a los demás como nos amamos a nosotros mismos, pero cuando hemos tenido vivencias que distorsionan nuestras emociones y nos llevan a dejar de ser nosotros mismos, empezamos a ocultar nuestros sentimientos detrás de una careta o volvernos inseguros o posesivos.
Necesitamos permitir a Dios sanar nuestras emociones, recibir su amor y restauración porque una vez eliminemos esas emociones negativas podremos amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, darle lo mejor y transmitir el amor que Dios puso en nuestro corazón.
CLAUDIA DE FAJARDO | PASTORA SIN MUROS
@claudiadefajardo